"¿Hacia una Europa Creativa?", del profesor Thomas Perrin. Embajador de CreArt. Profesor de la Universidad de Lille 1. Investigador del centre TVES, de PACTE - CNRS de la University of Grenoble y de la U

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"¿Hacia una Europa Creativa?", del profesor Thomas Perrin. Embajador de CreArt. Profesor de la Universidad de Lille 1. Investigador del centre TVES, de PACTE - CNRS de la University of Grenoble y de la U

2014-03-10

Europa Creativa es el nombre del nuevo programa marco de la Unión Europa lanzado para apoyar las artes y la cultura para el periodo 2014-2020. Fue propuesto porla Comisión Europea en noviembre de 2011 y actualmente está en curso de validación por el Parlamento y Consejo Europeos. La principal novedad de este programa  es la integración de los dos que existían antes para los sectores artísticos y culturales: por un lado el Programa Cultura 2017-2013, dirigido principalmente a actores e instituciones de patrimonio, espectáculo, artes visuales, música, literatura, etc.; por otro lado el Programa Media dedicado a las industrias audiovisuales y cinematográficas.La Comisión considera que todas las artes y la cultura se enfrentan a los mismos retos independientemente de sus actividades, y que un programa integrado facilitará los contactos y el intercambio de buenas prácticas. Sin embargo, el programa se organiza en varios componentes que incluyen los del periodo 2007-2013: componentes "Cultura" y "medios de comunicación", además de una cuestión transversal, que propone, entre otras cosas, un instrumento de facilidad financiera para garantizar préstamos concedidos para las pequeñas y medianas empresas y organizaciones artísticas y culturales. Se realizó un estudio de impacto que produjo las siguientes estimaciones: al menos 8.000 organizaciones culturales y 300.000 artistas, profesionales y obras artísticas se beneficiarán de los recursos para movilidad transnacional, más de 5.500 libros y otras obras literarias serán traducidas y más de 1000 películas europeas y 2500 salas de cine recibirán ayudas.

 

Inclusión de problemas comunes, aumento de presupuesto, facilidades financieras y administrativas: el programa Europa Creativa promete ser una buena noticia para los agentes de la creación y la cultura en Europa. Sin embargo, numerosos representantes del mundo de la cultura han destacado la fuerte coloración económica y "orientada a los negocios" que dirige la propuesta dela Comisión: hablamos de "desarrollo de la audiencia" más que del acceso del público ; las garantías financieras reflejan un deseo de cambiar los métodos de intervención con el abandono de la financiación recurrente para redes culturales que operan a favor de la financiación de proyectos. El énfasis está puesto sobre la difusión y distribución lógicas de productos culturales y creativos a escala internacional. La cultura es vista a través del prisma de la competitividad ; la innovación que creará puestos de trabajo y crecimiento y contribuirá así a la proyección dela Unión Europeaen el mundo. Los indicadores cuantitativos parciales (proporción de empleo y del PIB, porcentaje del público, número de partenariados, etc.) se convierten en las modalidades de evaluación del programa. La competitividad y la innovación cultural y artística parecen estar determinadas principalmente sobre la base de criterios económicos -incluso comerciales- en detrimento de su dimensión social, que se basa mayoritariamente en términos cualitativos.

 

También podemos preguntarnos si el enfoque es un poco anticuado. Este enfoque nació en la década de 1990, particularmente en el Reino Unido, cuando el gobierno de los Nuevos Laboristas estableció el Departamento de Cultura, Medios y Deportes (DCMS), bajo los auspicios de Chris Smith, promotor de la Britania Creativa[1] y de la Cool Britannia[2].  Esta política ha tenido su éxito –el acento puesto sobre la "creatividad" se ha convertido en un modelo a seguir para numerosas políticas culturales en el mundo- pero también ha mostrado sus limitaciones en su capacidad de instalar un desarrollo cultural sostenible: muchos actores culturales y artísticos plantean la cuestión, desde la década del 2000, sobre el balance y las perspectivas de la "creatividad generalizada" : ¿No es una manera de privilegiar la instrumentalización y el relativismo culturales al servicio de prioridades del mercado global? [3]

"La democracia del Nuevo Laborismo fue la democracia de mercado. La hegemonía de los valores de Thatcher sobrevivió a la remodelación de la operación del Nuevo Laborismo. La creatividad sugiere la libertad y la autonomía personales, los valores positivos asociados a quien ha entendido cada vez más como economía posmoderna simbólica e inmaterial. Pero la cultura fue un bien cuyo consumo era en sí mismo una expresión de la identidad - la de ciudadano consumidor de Cool Britannia » [4].

 

Así, la propuesta Europa Creativa se sitúa en un contexto donde sus diseñadores tuvieron que negociar en el seno de la Comisiónpara justificar un aumento del presupuesto de la cultura sobre la base de las prioridades y la ideología de la Estrategia Europa2020 "para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador ", cuyo objetivo es reactivar la economía europea[5].

 

El programa Europa Creativa es el resultado de un compromiso establecido en un período de crisis económica y tensiones presupuestarias. Este programa también permanece como una herramienta única para la cooperación cultural transnacional entre cerca de 40 países. Es un presente donde actores culturales y artísticos se traducen o reinterpretan, en sus lenguas y con sus prácticas, las directrices dela Europa Creativa, sabiendo que la cultura y las artes también pueden desarrollarse en otros programas dela Unión Europea.

 

En este contexto, uno de los retos de este período 2014-2020 es también defender la posición de la cultura y las artes no solo como sectores económicos sino también como recursos de desarrollo sostenible de las sociedades. Es decir, la introducción de la variable cultural en el conjunto de programas y actividades dela Unión Europea.Paralelamente, al otro lado de lo que parece ser una dialéctica cultural europea,  está la defensa de las especificidades de los sectores culturales y artísticos en los flujos transnacionales económioas y comerciales. Pero estas cuestiones van más allá de las consideraciones de impacto e influencia económica.

"Los europeos deben aprender que juntos pueden todavía mantener alto su modelo de sociedad basado en el estado del bienestar y su diversidad nacional y cultural [...] Renunciar a la integración europea sería despedirse de la historia del mundo»[6].

 

Por lo tanto, será al valorar simultaneamente el potencial para la competitividad económica de las artes y la cultura y su poder simbólico y social, quela Unión Europea podrá defender sus valores y al mismo tiempo enriquecer las culturas del mundo. Será, quizás aquí, donde Europa demuestre su creatividad.

 

Thomas Perrin

Embajador de CreArt. Profesor  dela Universidad de Lille 1. 

[1] Cf. ver ekl libro de Chris Smith Creative Britain publicado en 1998, en ediciones Faber and Faber, Londres, que sirvio para programas posíticos para las artes y la cultura.

[1] Esta expresion hace referencia al exito de las industrias culturales britanicas sobre los mercados mundiales- en particular a la música pop- con una relacion al significado de la palabra Swinging London de los años 1960.

[1] Cf. Que reste-t-il de Cool Britannia ?, coloquio organizado por el Centre d’études et de recherches internationales de l’Université de Montréal los dias 4, 5 y 6 mayo de 2005 : http://www.cerium.ca/Que-reste-t-il-de-Cool-Britannia. Cf ver igualmente Selwood Sara, « La politique culturelle en Angleterre : influences, contraintes et risques », en Audet Claudine & Saint-Pierre Diane, Tendances et défis des politiques culturelles. Cas nationaux en perspective, Québec : Presses de l’Université Laval, 2011, p. 53-88.

[1] Cf. A « Golden Age » ? Reflections on New labour cultural policy and its post-recession legacy. Cultural Trends Special Issue, Vol. 20 Issue 3-4, 2010.

[1] http://ec.europa.eu/france/news/evenements/europe-2020/index_fr.htm

[1] Peter Bofinger, Jürgen Habermas, Julian Nida-Rümelin, « Plus que jamais, l’Europe », Le Monde 27 agosto 2012.

 

 

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