UNA SELECCIÓN DE LAS OBRAS MAESTRAS DE LA COLECCION ITALIANA GUIDO BERTERO, PODRÁN CONTEMPLARSE EN VALLADOLID, EN LA EXPOSICIÓN “GENIO E INGENIO EN LA FOTOGRAFIA”, QUE DESDE LA PRÓXIMA SEMANA, PUEDE VISITARSE EN LA SALA DE EXPOSICIONES DE SAN BENITO
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UNA SELECCIÓN DE LAS OBRAS MAESTRAS DE LA COLECCION ITALIANA GUIDO BERTERO, PODRÁN CONTEMPLARSE EN VALLADOLID, EN LA EXPOSICIÓN “GENIO E INGENIO EN LA FOTOGRAFIA”, QUE DESDE LA PRÓXIMA SEMANA, PUEDE VISITARSE EN LA SALA DE EXPOSICIONES DE SAN BENITO
La Sala Municipal de Exposiciones de San Benito presentará a partir del próximo jueves día 4 de diciembre la exposición “GENIO E INGENIO EN LA FOTOGRAFIA. Obras de la Colección Bertero. Turín” que reune un centenar de obras de artistas internacionales como Henri Cartier-Bresson, Herbert List, Paul Strand, Ruth Orkin, David Seymour, Robert Capa, Werner Bischof, William Klein, Bruno Barbey, Alfred Eisenstaedt, Leonard Freed y muchos otros, junto a otros maestros italianos que han recorrido las calles de la península italiana, creando en aquellos mismos años, su visión de las gentes este bello pais.
Guido Bertero no es nuevo en el coleccionismo. Podríamos decir que la pasión de buscar y conservar objetos forma parte de su vida y de su destino. Su curiosidad intelectual lo ha empujado a profundizar campos diversos y fascinantes del arte y de la cultura, desde cromos, a platos y vasos antiguos de cerámica pintados a mano; desde la pintura antigua a la experimentación contemporánea; desde los mapas históricos a libros antiguos. Pero el encuentro con la fotografía lo ha llevado a un campo muy especial, un campo que en Italia está poco codificado y seguramente menos institucionalizado que otros, desencadenando así, en la búsqueda de obras para adquirir, una notable dosis de “aventura”. El espíritu pionero es – en términos generales- una de las características más admirables del coleccionista. La historia nos enseña que su papel ha contribuido a descubrir nuevas artes “alternativas”, sustituyendo la falta de iniciativas de las instituciones. Se podría decir que el empeño de esta colección ha servido para llenar, en parte, un retraso de la administración pública italiana que todavÍa no ha proporcionado un espacio suficiente a la fotografía en el patrimonio de sus museos
El encuentro de este apasionado coleccionista con la fotografía en1998, hasido intenso y constructivo; probablemente porque el arte fotográfico ha dado una relevancia no sólo a los valores estéticos, sino también a los valores históricos, culturales y sociales, que son intrínsecos al lenguaje. Este arte se encuentra entre los más contemporáneos y consecuentemente tiene la capacidad de dialogar con los sucesos que estamos viviendo. Quien colecciona sabe que la obra no está nunca desligada de su contexto y en el caso de la fotografía del siglo XX, el contexto frecuentemente se relaciona con experiencias cercanas y conocidas, que condicionan inevitablemente las elecciones.
La colección Bertero, gracias a la coherencia con la que se ha construido, ha ido desde el inicio más allá de la mera acumulación de piezas preciadas, desarrollando un discurso lúcido y útil para una Italia todavía inmadura en este sector. El primer objetivo ha sido poner a disposición del público y los estudiosos un conjunto de materiales (fotografías y publicaciones) de gran utilidad para el análisis y la reflexión de la fotografía italiana posterior a la guerra. Este primer objetivo se ha conseguido con el proyecto de la muestra y del libro titulado: “NeoRealismo. La fotografía en Italia 1932-1960”. La exposición fue acogida en museos de primer nivel en toda Europa y el catálogo, después de la versión italiana, fue traducido a otros idiomas. La fotografía italiana ha alcanzado de este modo una amplia variedad de públicos, superando las propias fronteras, y dando visibilidad a un fenómeno cultural absolutamente único y estrechamente ligado a esta tierra.
Como consecuencia de todo esto, se produjo la conexión con la fotografía extranjera. Al principio observando aquellos autores de fama internacional que habían documentado nuestro país al mismo tiempo del trabajo de aquellos fotógrafos nacionales que consideramos dentro de la poética neorrealista. Descubrimos así que nombres como Henri Cartier-Bresson, Herbert List, Paul Strand, Ruth Orkin, David Seymour, Robert Capa, Werner Bischof, William Klein, Bruno Barbey, Alfred Eisenstaedt, Leonard Freed y muchos otros, habían recorrido las calles de la península, creando en aquellos mismos años, su visión de las gentes de Italia.
El recorrido expositivo parte así de los grandes nombres, a nivel mundial, que han realizado fotografías en Italia, y continua contraponiendo maestros italianos y extranjeros sobre temas de la vida cotidiana. Pero la colección incluye también una parte que ha ido creciendo al lado de la colección de fotografía puramente documental.
Son obras maestras con un carácter más conceptual. Obras que muchas veces han señalado cambios de registro en la fotográfica, como “Le Verifiche” (Las Verificaciones) di Ugo Mulas para continuar con “Atlante” di Luigi Ghiri y “Ossidazioni” (Oxidaciones) de Nino Migliori. Se instaura así una conversación entre los fotógrafos de referencia en la cultura italiana y artistas del calibre de Aaron Siskind y Walker Evans sobre lo que la fotografía experimentado su lenguaje, en búsqueda de nuevas expresiones. Encontramos entonces Duane Michals, que ha desquiciado los axiomas de la fotografía concebida como documentación de la realidad, al lado de “Fotogrammi d’affezione” (Fotogramas de mi afecto) de Mario Cresci, un artista que ha ido siempre más allá de los confines y los hábitos. No faltan obras más recientes como las de Jan Groover, Jitka Hanzlová y Paola De Pietri junto a las de precursores como Joseph Sudek y Mimmo Jodice. Finalmente ejemplos de las vanguardias del imaginario que bailan junto con a obras de las corrientes más “formalistas” de los años ’50.
Por primera vez se ha concedido una lectura transversal de la amplia colección Bertero. Un viaje, todavía circunscrito, pero bastante significativo en el cofre de esta colección turinesa de la que nace un carrusel excitante de obras maestras, una maravillosa selección de instantes únicos, inmortalizados por aquellos que han hecho de la técnica fotográfica un arte inmenso e insustituible.
La exposición que presenta la Fundación Municipal de Cultura, es la primera vez que puede contemplarse en España.
VISITAS GUIADAS
Para esta exposición que se dirige a todos los públicos, se ha diseñado un material para escolares, asociaciones y colectivos que consiste en una propuesta de itineración por la exposición en la que se proponen diferentes recorridos y preguntas reflexión sobre lo visto. Los centros escolares y asociaciones que lo deseen pueden llamar al teléfono 902 500 493 para reservar día y hora para realizar la visita guiada gratuita que se ofrece.