JOAN MIRÓ REGRESA A VALLADOLID CON LA EXPOSICIÓN “JOAN MIRÓ. Cántico del Sol y otros diálogos literarios” QUE SE PRESENTARÁ A PARTIR DEL DIA 3 DE SEPTIEMBRE EN LA SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DE LA IGLESIA DE LAS FRANCESAS.

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JOAN MIRÓ REGRESA A VALLADOLID CON LA EXPOSICIÓN “JOAN MIRÓ. Cántico del Sol y otros diálogos literarios” QUE SE PRESENTARÁ A PARTIR DEL DIA 3 DE SEPTIEMBRE EN LA SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DE LA IGLESIA DE LAS FRANCESAS.

2015-09-01

La Sala Municipal de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas presenta a partir del próximo jueves día 3 de septiembre, la exposición “JOAN MIRÓ. Cántico del Sol y otros diálogos literarios”.

La dedicación de Miró al grabado se extiende a lo largo de casi 50 años; se inicia en París, siendo una de sus primeras obras impresas “Il était une petite pie” (Erase una pequeña urraca) de 1928, y finaliza con su muerte. Tal importancia llega adquirir esta técnica, que en 1954 recibe en la Bienal de Venecia el  Premio de la Sección de Grabado. En su labor como grabador Joan Miró usó diversos procedimientos técnicos. La base de todos ellos consiste en plasmar su idea e imagen en una matriz o plancha y pasarla luego a papel.

En cuanto a los temas que impregnan toda la obra de Miró podemos destacar sus criaturas (no se sabe bien su sexo), el sol, la luna, las estrellas, los pájaros, el ojo y la escalera. De estos temas el propio Miró reconocía: …no hago dibujos de cosas reales. Los objetos que veo me sirven como estímulo, pero el resultado son formas analógicas. Violentas, pero con frecuencia más esquemáticas.

La obra gráfica de Miró no debe considerarse un complemento de su quehacer plástico. Se trata de una de las múltiples facetas cultivadas por el artista a la que imprime su sello. El interés de Miró por este forma de plasmación del arte tiene, como él mismo dijo, dos razones fundamentales: por un lado, la posibilidad de realizar varios ejemplares de una obra de forma que puedan acceder a una mayor cantidad de público y por otro, le permite obtener una serie de efectos plásticos en cuanto a formas, materiales y texturas, muy diferentes a los obtenidos mediante la pintura, con lo que logra novedosos resultados.

 

Se inicia esta exposición con El Cántico del  Sol  de San Francisco de Asís, formado por 32 aguafuertes y  aguatintas, en las que el santo, desde un punto de vista teológico, declara su por la naturaleza y, agradece al Señor  por el sol, la luna, las estrellas, el viento,  el agua, el fuego y  la tierra.

Estas palabras, son traducidas por Joan Miró en imágenes plagadas de astros, criaturas, olas, prados, mar … todas ellas de gran simplicidad formal.

Texto e ilustraciones guardan una gran afinidad; desde conceptos estéticos y culturales distintos se trasluce que ambos, poeta y artista, coinciden en su visión del mundo que les rodea.

Otros de los libros que forman parte de la muestra son Barcelona (1964), editado con motivo de las tres exposiciones que se llevan a cabo simultáneamente en esta ciudad en la Sala Gaspar, René Metrás y Belarte. En este libro, las litografías de Joan Miró aparecen acompañadas de textos de los más importantes escritores y críticos, como Joan Brossa, Alexander Cirici, Juan Eduardo Cirlot, J.V. Foix, Sebastiá Gasch o Rafael Santos Torroella. Las litografías de Miró traducen en gestos, manchas y líneas los paisajes y las gentes de la ciudad.

 

 

Fotografías de Víctor Hugo Martín Caballero

También podremos ver grabados y el libros de Liberte del Libertes (1971); del Tapís de Tarragona (1972); o de los Papeles de Son Armadans.

 

Colaboración con escritores y poetas

 

La entrada de Joan Miró en el mundo de la literatura se produce de la mano de André Masson, quien a partir de 1925, le presenta  a un buen número de poetas  y escritores. El propio pintor declaró que los escritores le interesaban mucho más que los artistas plásticos. Joan Miró era un gran lector, leía con afán durante la noche. El mismo declaraba que siempre tenía un ejemplar de Rimbaud  junto a él, en su taller o su mesilla. Fruto de esta pasión surgen de su mano  más de 260 libros ilustrados.

Las referencias en la obra de Miró hacia la literatura son abundantes. Por un lado están los títulos de sus obras, que con frecuencia incluyen referencias poéticas:”Llama en el espacio y mujer desnuda”, “El diamante sonríe al crepúsculo”, o “Mujer soñando con la evasión”.  Por otro la lectura e ilustración de diversos escritos, no sólo se centrándose en textos de sus amigos surrealistas, Breton, Éluard, Leiris, Tzara, sino también en los autores redescubiertos por ellos. Esta conexión, al igual que en Picasso, fructificó en el trabajo de obra gráfica en los libros ilustrados, de los cuales Miró llegó a realizar doscientos sesenta y dos.

 

La Exposición, permanecerá abierta en la Sala Municipal de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas, hasta el próximo día 18 de octubre.

 

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