LA ARTISTA VALLISOLETANA ELISA RODRÍGUEZ, INAUGURA EN LA SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DEL TEATRO CALDERÓN, SU EXPOSICIÓN “La publicidad como espacio de librepensamiento”.

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LA ARTISTA VALLISOLETANA ELISA RODRÍGUEZ, INAUGURA EN LA SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DEL TEATRO CALDERÓN, SU EXPOSICIÓN “La publicidad como espacio de librepensamiento”.

2016-02-10

La Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón presenta a partir de hoy día 10 de febrero la exposición La publicidad como espacio de librepensamientoobra de la artista vallisoletana ELISA RODRÍGUEZ.

 La publicidad como espacio de librepensamiento” es un proyecto que se autodefine como respuesta a los mensajes comerciales cargados de psicología con los que hemos aprendido a vivir sin reaccionar, al menos conscientemente. El proyecto asume el derecho obviado a la respuesta y al uso del espacio público, poniendo de manifiesto su inaccesibilidad en contraste con las facilidades obtenidas por las empresas anunciantes. Considerando la publicidad masiva contemporánea como propaganda de un estilo de vida, Elisa Rodríguez reivindica el arte en la calle como propuesta de contradiscurso.

Recopilar postales gratuitas de las cafeterías, pintarlas y volverlas a colocar en el mismo sitio; lanzar globos rellenos de pintura sobre las vallas publicitarias que esperan como un lienzo en blanco el momento de anunciar hamburguesas; pintar una modelo de azul para seducir al transeúnte que camina dormido; mezclar banderas para reír del nacionalismo y la globalización al mismo tiempo; conseguir acuerdos con el director de la National Gallery of Art y el director de la empresa publicitaria Clear Channel para la cesión de espacios publicitarios para el arte; pegar mensajes, con la ayuda espontánea de un chico que descansa a un lado, sobre los cuerpos escultóricos que se exhiben en ropa interior. Mensajes que la publicidad sugiere a la artista, con los que uno puede estar o no de acuerdo, mensajes más o menos lúcidos, pero ante todo opiniones sinceras, reales, provenientes de una persona cualquiera que cohabita en ese espacio con toneladas de marcas y eslóganes. Todo ello registrado en una serie de pequeños vídeos llevados a cabo durante dos años, donde se refleja cómo las acciones comienzan a modo guerrilla y, tras suscitar interés y controversia, acaban convirtiéndose en un acuerdo curioso con instituciones y empresas.

El contexto del desarrollo del proyecto es casi tan importante como su concepto original, por constituir un diálogo interesantísimo con el espectador y, a su vez, la institución que acogía el proyecto. El espacio urbano en el que se llevan a cabo las intervenciones es la capital lituana de Vilnius y fueron presentadas a la Vilnius Academy of Arts como proyecto de Máster en Bellas Artes. Un choque cultural y generacional con la institución se puso de manifiesto, al tiempo que recibía apoyo de compañeros de curso y artistas externos. La controversia estuvo servida hasta la exposición final en el centro Jonas Mekas de Vilnius bajo la amenaza de la retirada del Diploma. Finalmente el resultado fue un sobresaliente que simbolizaba la aceptación de la crítica a las instituciones y de la emancipación del artista.

El proyecto ha ido evolucionando y alimentándose de la propia reacción hasta constituir una documentación de un proceso, de un crecimiento personal, de una serie de impresiones de un extranjero sobre la cultura báltica, de un choque de personas provenientes de entornos absolutamente adversos: una joven estudiante de bellas artes con un concepto libérrimo de la expresión artística y una generación de profesores de pintura educados bajo un sistema soviético férreo con un concepto muy distinto de la rebeldía. El resultado es una serie de siete vídeos que aúnan el lenguaje del diario a través de las imágenes que bien podrían venir de los propios ojos de la artista, y el del  documental que narra las distintas fases de un proceso creativo, creando una suerte de interiorización antropológica en torno a los procesos de comunicación.

Exponerlo en la Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón de Valladolid supone una gran oportunidad de seguir explorando un proyecto en constante realimentación, donde la artista documenta como se suceden los acontecimientos sin guion ante los ojos intrépidos de un artista, convirtiéndolo en un formato novedoso y dinámico, un constante Work in Process cuyos límites parecen mágicamente indefinibles.

ELISA RODRÍGUEZ fue seleccionada en la convocatoria de artistas locales que cada año realizala Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid. Esta es la segunda de las muestras seleccionadas para este año.

La Exposición, permanecerá abierta hasta el próximo día 8 de marzo.

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